El Museo del Prado ha incorporado recientemente a su colección una destacada obra del Renacimiento italiano: La Virgen de la Granada, del pintor florentino Fra Angelico. Esta adquisición representa un avance significativo en la ampliación del repertorio artístico del museo, particularmente en el ámbito de la pintura italiana del siglo XV, y subraya el compromiso de la institución con la conservación del patrimonio universal.
Creada hacia el año 1426, La Virgen de la Granada es una obra pintada al temple sobre madera, mostrando a la Virgen María con el Niño Jesús en su regazo, flanqueada por dos ángeles. Uno de los aspectos más destacados y simbólicos es la granada que María lleva en su mano derecha. Este fruto ha sido comúnmente vinculado con la fertilidad, la nobleza y la unidad de la Iglesia. Además, sus numerosas semillas rojas simbolizan la sangre de Cristo, presagiando la Pasión y el sacrificio futuro del Niño.
La historia de esta pintura es igualmente relevante. La obra pertenecía a la Casa de Alba desde 1817, cuando fue adquirida por Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, duque de Alba, durante un viaje a Florencia. Durante más de dos siglos permaneció en colecciones privadas, hasta que fue vendida al Estado español para su inclusión en el Museo del Prado. La adquisición, formalizada en 2016, tuvo un coste de 18 millones de euros y fue financiada conjuntamente por el Ministerio de Cultura, la Fundación Amigos del Museo del Prado y la propia institución.
Esta compra no solo incluyó La Virgen de la Granada, sino también una tabla de predela atribuida al mismo autor, titulada El funeral de San Antonio Abad. Ambas piezas pasaron a formar parte del catálogo permanente del museo, lo que ha fortalecido notablemente la presencia del arte quattrocentista en la colección española.
El Museo del Prado ya poseía otra obra relevante de Fra Angelico: La Anunciación, una de las piezas destacadas de su colección de pintura italiana. La llegada de La Virgen de la Granada facilita la comparación directa entre estas dos obras, mostrando el desarrollo técnico y estilístico del pintor, así como los diferentes métodos iconográficos empleados en la representación de temas marianos.
La obra se encuentra en un estado de conservación excelente, lo que ha facilitado su exhibición inmediata en una de las salas dedicadas al arte del Renacimiento temprano. Su inclusión en el recorrido habitual del museo permite al público general y a los investigadores acceder a un ejemplo excepcional de espiritualidad, sensibilidad estética y refinamiento técnico.
El valor simbólico, la destreza pictórica y la importancia histórica de La Virgen de la Granada refuerzan al Prado como una de las entidades más destacadas a nivel mundial para el análisis de Fra Angelico y del arte del Renacimiento en general. Asimismo, su compra representa un logro significativo en la colaboración entre organismos públicos y privados para enriquecer el patrimonio cultural compartido.
Con esta obra, el museo no solo refuerza su papel como depositario de tesoros del arte universal, sino que también fortalece su compromiso con la difusión del conocimiento y el acceso democrático a la cultura, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de contemplar de cerca una pieza excepcional de uno de los grandes maestros de la pintura occidental.